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El Padre Dan Daly, SJ, une los ministerios a través de las finanzas

Por Ignatius Plato

El Padre J. Daniel Daly, SJ

Puede decirse con seguridad que la contabilidad no es la primera área de especialización que viene a la mente cuando uno piensa en un jesuita.

El Padre Dan Daly, SJ, tesorero de la Jesuitas Provincia USA Central y Meridional (UCS, por sus siglas en inglés) reconoce que la gestión de los asuntos financieros de la provincia puede parecer muy alejada del ministerio habitual. Sin embargo, al tener la oportunidad de servir como tesorero junto con otras actividades pastorales, el P. Daly se ha dado cuenta del vínculo inseparable que existe entre la misión de la Compañía y su trabajo.

El trabajo del P. Daly es una función necesaria de la provincia. A medida que los jesuitas de la Provincia UCS y sus colegas se dedican a sus ministerios, inevitablemente deben enfrentarse a los asuntos prácticos de las finanzas.

“La provincia en su conjunto hace mucho para ayudar con esto en el fondo”, dice el P. Daly, que tiene un doctorado en contabilidad y anteriormente enseñó en la Universidad de Regis. “Ayudamos a nuestras comunidades jesuitas con apoyo como la presentación de informes financieros; ayudamos a los jesuitas individuales con temas financieros como créditos, formularios de impuestos, etc.; la provincia también tiene que administrar sus finanzas a través de donaciones, fondos y otras inversiones”.

Uno podría preguntarse cómo encaja el papel del P. Daly como tesorero en su vocación personal. A primera vista, su trabajo podría parecer más mundano que espiritual. Entonces, ¿cómo encaja el cargo práctico de tesorero en la misión mayor de la Compañía de Jesús?

Para el P. Daly, estas preguntas están en el corazón de su ministerio.

Su labor pastoral, además de su trabajo a tiempo completo como tesorero de la UCS, permite al P. Daly aunar su vida espiritual como sacerdote y su perspectiva práctica como contador. Su ministerio principal como tesorero, explica, es indirecto, donde los demás pueden no verle sirviendo.

“Sin embargo, cuando celebro misa o dirijo un retiro, es cuando los frutos de ese trabajo se hacen realidad para mí”, afirma. “La forma en que nos acercamos a los demás a través de las partes sutiles de nuestros ministerios -las partes que nadie ve- acabará dando sus frutos y mostrará a la gente el amor de Dios”.

Su ministerio da vida al mensaje de San Pablo sobre la necesidad de muchas partes para crear un solo cuerpo.

“Muchas partes sutiles se unen para cumplir una misión mayor de bien”, afirma. “Lo que más me gusta de mi trabajo como tesorero es cuando visito comunidades o apostolados y hablo de lo que han estado haciendo en sus ministerios”, dice. “Hablamos de cómo ahorrar los recursos necesarios para dedicarse a lo que, en última instancia, es la obra de Dios. Me permite ver la sutileza que hay en el trabajo de la Compañía. Desde cosas grandes, como las iniciativas provinciales, hasta cosas personales, como la necesidad de un coche para una labor ministerial eficaz. Todos los objetivos del mundo actual necesitan un respaldo financiero realista. Mi ministerio consiste en ayudar a los demás a superarlo”.

Al ayudar a los demás de esta manera, el P. Daly se compromete con la misión de la Compañía de Jesús y, al mismo tiempo, la desarrolla. Está junto a jesuitas y colegas, ayudándoles a evaluar, planificar y abordar sus necesidades financieras y, al hacerlo, reúne las partes que hacen realidad sus ministerios. Acompaña a otros en su misión de acompañar a otros.

El padre Daly explica que la obra de Dios se realiza a través de la ayuda que presta él y otros que trabajan en la administración provincial.

“Hay muchas cosas buenas que la gente está haciendo en la provincia, y muchas personas se unen para hacer que esas cosas buenas sucedan”, sostiene. “Me gusta pensar en el mundo entero de la misma manera. Hay gente ahí fuera que hace pequeñas cosas que combinadas marcan una gran diferencia”.

Puede que nunca sepamos quiénes son esas personas, dice el P. Daly. Pero los efectos de su trabajo pueden seguir sintiéndose. Nos demos cuenta o no, esas personas nos muestran el amor de Dios.

El P. Dan Daly, SJ, hace una pausa en su trabajo como tesorero de la Provincia Central y Meridional de los Jesuitas USA.

“El bien que vemos fácilmente no es el único bien que se hace. Por ejemplo, no hay un jesuita que haga todo el trabajo de la Compañía; hacen falta muchos ministerios diferentes y muchos actos sutiles de bien para cumplir nuestra misión. Es como yo veo mi papel de tesorero; todo gira en torno a hacer del amor de Dios una realidad visible”.

El padre Daly también ha publicado el libro Jesus and the Barbecued Fish Breakfast  [Jesús y el desayuno de pescado a la barbacoa]. Su segundo libro está actualmente en preparación.

¿Crees que podrías estar llamado a la vida como jesuita? Visita BeAJesuits.org para conocer más sobre la vocación jesuita.